Steve Jobs fue un líder amado y odiado a partes iguales. Sin embargo, fue capaz de despertar admiración incluso entre sus rivales más duros, como Bill Gates, que no pudieron más que rendirse ante la evidencia de su talento para comunicar.
Para bien o para mal, el gran talento Steve Jobs fue dominar a su favor una de las habilidades blandas que más se cotizan entre las empresas en la actualidad: la inteligencia emocional y su uso para comunicar.
“No es lo que dices, es cómo lo dices”. Esta es una de las frases de Steve Jobs que mejor define su dominio de la inteligencia emocional y la maestría con la que la aplicaba a la hora de comunicar en las presentaciones de producto y en sus discursos.
Jobs entendía a la perfección que la actitud, el tono e incluso la postura que adoptaba en sus presentaciones representaban una parte importante del relato que estaba transmitiendo. Durante ese trabajo de comunicación, el fundador de Apple aplicaba principios de inteligencia emocional, lo que le permitía conectar con su audiencia y mantener su atención. Esto no solo hacía que sus discursos—como el famoso de Stanford— fueran más impactantes, sino que también ayudaba a transmitir confianza y credibilidad.
Es un talento natural y la ciencia lo confirma. El estudio ‘Decodificación de comunicaciones inconsistentes’ elaborado por los profesores en Psicología Albert Mehrabia y Morton Wiener, estudió cómo el lenguaje no verbal influye significativamente en la percepción y la comprensión del mensaje.
El estudio comparó cómo el mismo mensaje transmitido con distintas actitudes y tonos de voz, llegaban de forma distinta a sus destinatarios. Por lo que controlar esta técnica sería una parte importante del “talento de persuasión” que caracterizaba a Steve Jobs.
La importancia de la comunicación no verbal. Según un estudio de la Universidad de Oxford, el 80% de la información que transmitimos al comunicarnos con otras personas es no verbal. Jobs entendía y dominaba ese aspecto de la inteligencia emocional y lo utilizaba en su lenguaje corporal, tono de voz y expresiones faciales para complementar y reforzar el mensaje que transmitía con sus palabras.
En Xataka ya te hemos contado qué es la regla 7-38-55 para la eficiencia en la comunicación que, en teoría, definen los pesos que tienen la comunicación verbal, no verbal y paraverbal (por el tono de la voz) en la transmisión de mensajes. No obstante, dejando al margen su cuestionable precisión en el reparto de pesos, es innegable la importancia de la forma en la que se comparte un mensaje. No es lo mismo comunicar mirando a una pantalla y dando la espalda a la audiencia, que acercarse e interactuar con ella, haciéndola partícipe de la presentación.
Narrativa y storytelling. Cuando subía al escenario en los eventos de Apple, Jobs no solo presentaba productos, sino que contaba historias que mantenían al público cautivado. Por ejemplo, cuando presentó el primer iPhone en 2007, lo hizo de una manera que transformó la industria de los teléfonos móviles, creando una narrativa que iba más allá de mostrar un nuevo dispositivo. Creó entre la audiencia la necesidad de comprarlo.
Esa capacidad de conectar con la audiencia creando una narrativa en torno al mensaje que se desea transmitir es la base de la teoría del storytelling que investigadores de distintas universidades de Nueva York, San Francisco y Princeton han estudiado, llegando a la conclusión que la técnica narrativa que usaba Jobs, consigue que el cerebro de quienes lo escuchan conecte mejor con el mensaje y las ideas que transmite.
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Imagen | Flickr (Joi)
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La noticia
“No es lo que dices, es cómo lo dices”: la técnica de Steve Jobs que usaba inteligencia emocional cuando nadie hablaba de ella
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Xataka
por
Rubén Andrés
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