Europa ha entrado en una nueva era de rearme. La invasión rusa de Ucrania reabrió una carrera armamentística que parecía superada, y los gobiernos del continente han vuelto a mirar a su industria de defensa con urgencia. En ese mapa de fábricas reactivadas, contratos millonarios y programas multinacionales, España ocupa un lugar importante.
De Navantia a Indra, de ITP Aero a Escribano, el país cuenta con una red de compañías que diseñan fragatas, radares, motores o sistemas de inteligencia para los proyectos más ambiciosos de Europa. Este es el retrato de quién es quién en la defensa española, cuánto pesan realmente y qué papel juegan en el rearme del continente.
Oportunidades y desafíos en el rearme europeo
Un estudio elaborado por PwC para la patronal TEDAE ofrece una panorámica precisa del peso industrial que la defensa tiene hoy en España. Según ese informe, publicado en 2024, las industrias de Defensa, Seguridad, Aeronáutica y Espacio generaron 21.919 millones de euros de PIB (1,4% del PIB nacional) y 260.049 empleos entre directos, indirectos e inducidos. El documento no establece un ranking, pero sí deja claro que el ecosistema español de defensa es uno de los más diversificados de Europa. Su lectura ayuda a dimensionar la magnitud de un tejido industrial que sostiene buena parte del rearme europeo.
El impulso del sector no avanza sin fricciones. En una entrevista con El País, el presidente de Indra, Ángel Escribano, reconocía que España aún carece de un gigante comparable a Rheinmetall, Thales o Leonardo. “Necesitamos una mayor dimensión”, señalaba, y añadía que el objetivo no es crear un “campeón nacional”, sino consolidar un tejido donde las empresas cooperen y compartan capacidades. Una visión que refleja tanto las ambiciones como las tensiones internas del proceso de integración en la defensa española.
La reactivación industrial no basta por sí sola para garantizar una defensa sostenible. El Real Instituto Elcano advierte de que el esfuerzo de rearme no puede medirse solo en cifras de inversión o contratos firmados. En uno de sus análisis recientes, señala que “la revitalización de la defensa española sólo será sostenible si se basa en criterios estratégicos y de seguridad nacional”. Para ello, propone reforzar la llamada “cultura estratégica”, una visión a largo plazo que trascienda la lógica industrial y que permita definir con claridad qué papel quiere desempeñar España en el entramado de seguridad europeo.
Con esa advertencia sobre la mesa, el rearme europeo se entiende también como un ejercicio de capacidades concretas. Detrás de cada contrato, de cada programa europeo, hay fábricas, ingenierías y astilleros que sostienen el esfuerzo de modernización. España no parte de cero: cuenta con una red de empresas que han crecido al calor de los grandes proyectos de la OTAN y la Unión Europea. Algunas de ellas son públicas, otras privadas, pero todas forman parte de un mismo ecosistema que hoy vuelve a cobrar protagonismo.
Los nombres que están definiendo la nueva industria de defensa en España
Navantia es el principal referente de la industria naval española y una pieza esencial en el rearme europeo. De sus astilleros en Ferrol, Cartagena y Cádiz han salido buques para la Armada española y para marinas de todo el mundo, como las fragatas F-100 o las corbetas Avante. En la actualidad, concentra esfuerzos en dos programas estratégicos: las fragatas F-110, con un contrato de 4.325 millones de euros, y los submarinos S-80. La F-111 “Bonifaz”, primera unidad de la serie F-110, fue botada el 11 de septiembre de 2025 y la entrega del primer buque está prevista para 2028. En submarinos, el S-82, la segunda unidad de las clases S-80, fue amadrinado el 3 de octubre de 2025.
Una de las fragatas que lleva el sello de Navantia
Pero hay más. Con unos ingresos de 1.528 millones de euros en 2024 y más de 5.600 empleados, la compañía pública apuesta por el modelo “astillero 4.0” para modernizarse y así responder a la creciente demanda de capacidades marítimas de sus clientes.
Indra actúa como columna vertebral tecnológica de la defensa española: integra sistemas C4ISR, radares, guerra electrónica y simulación, y es el coordinador nacional en el programa FCAS para los pilares de sensores y nube de combate. Su legado en Eurofighter —con aviónica, ayudas defensivas y modernizaciones— se complementa con contratación sostenida en defensa. Indra cerró 2024 con 4.843 millones de ingresos y una cartera de 7.245 millones. A ello suma demostradores de “combat cloud” con el Ejército del Aire y del Espacio.
El motor PW800 está detrás del primer vuelo transatlántico propulsado por combustible de aviación 100% sostenible
ITP Aero es el motor literal y figurado de la defensa española. Especializada en diseño, fabricación y mantenimiento de turbinas, forma parte de los programas más avanzados de Europa, desde el Eurofighter hasta el futuro sistema FCAS, donde lidera en España el desarrollo del motor de nueva generación. En 2024 destinó 102 millones de euros a I+D —un 55% más que el año anterior— y cerró el ejercicio con 1.612 millones de ingresos. Su expansión industrial incluye la planta de Ajalvir, con una inversión millonaria para mantenimiento de motores GTF, y el refuerzo de su centro de Zamudio. Estas inversiones consolidan su papel como proveedor estratégico de propulsión en la OTAN y la UE.
SAPA es el gran especialista español en movilidad de vehículos blindados y una de las pocas empresas europeas con capacidad propia para desarrollar transmisiones de nueva generación. Su tecnología equipa al vehículo 8×8 Dragón del Ejército de Tierra. Además, ha sido seleccionada por General Dynamics Land Systems para suministrar transmisiones a programas del Ejército de Estados Unidos vinculados al reemplazo del Bradley (XM30), un acuerdo industrial de largo recorrido valorado por la prensa en hasta 5.000 millones de euros. Con sede en Guipúzcoa, la compañía trabaja en sistemas híbridos y eléctricos para plataformas militares, en línea con las tendencias.
Escribano Mechanical & Engineering representa la cara más dinámica del nuevo tejido industrial español. Especializada en estaciones de armas remotamente controladas (RWS), optrónica y munición inteligente, la compañía ha logrado posicionarse como proveedor clave del vehículo 8×8 Dragón y de la Armada.En 2024 alcanzó una facturación de 355 millones de euros e invirtió 62 millones en I+D, reforzando su independencia tecnológica con la apertura de una nueva planta en Linares. Su crecimiento ha despertado el interés de Indra, que ha iniciado un proceso de adquisición para integrar capacidades.
Infografía del VCR 8×8 Dragón
GMV es uno de los grandes nombres españoles en sistemas de mando, control y ciberdefensa. Con 454 millones de euros de facturación en 2024 y una presencia internacional que supera el 75% de su negocio, la empresa combina capacidades civiles y militares en áreas clave como navegación por satélite, seguridad espacial y comunicaciones seguras. Participa en seis proyectos del Fondo Europeo de Defensa, coordinando dos de ellos —PRECISE y MYRIAD—, y mantiene contratos con la Agencia Europea del Espacio (EUSPA) para servicios de alerta y vigilancia del sistema Galileo. Su perfil dual la convierte en un socio esencial para la autonomía estratégica europea en materia de ciberseguridad y espacio.
Sener Aeroespacial, filial del grupo SENER, combina ingeniería de precisión y visión industrial en los ámbitos aeroespacial y de defensa. Participa en una veintena de proyectos financiados por el Fondo Europeo de Defensa, entre ellos el desarrollo del sistema de misiles hipersónicos HYDEF y el programa COMMANDS para convoyes autónomos. Con 710 millones de euros de ingresos en 2024 y más de 4.000 empleados, la compañía mantiene su sede en Zamudio y una red internacional que abarca espacio, guiado, control y sistemas no tripulados. Su estrategia pasa por integrar capacidades duales —civiles y militares— y reforzar su presencia en los proyectos europeos que definirán la defensa del futuro.
Tecnobit, perteneciente al Grupo Oesía, es uno de los principales proveedores españoles de aviónica, optrónica y sistemas de comunicaciones seguras. Con sede en Valdepeñas y más de 3.000 empleados en el conjunto del grupo, participa en programas como el FCAS y el Eurofighter, aportando electrónica de misión, enlaces de datos y simulación. En 2024 reforzó su posición en el mercado europeo con nuevas inversiones en sensores infrarrojos y tecnologías de visión artificial.
La defensa española encara una década decisiva. El auge del gasto y los programas europeos ofrecen una oportunidad de crecimiento sin precedentes, pero también la obligación de coordinar un ecosistema todavía fragmentado. Como señalan algunos expertos, la autonomía tecnológica europea no se logrará solo con inversión, sino con una estrategia que combine soberanía, innovación y eficiencia industrial.
Imágenes | Navantia | TESS Defense | ITP Aero
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La noticia
Navantia, Indra, Escribano, SAPA: qué empresas están ganando en el gran rearme de la industria española
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Javier Marquez
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