Después de semanas a la espera de novedades, por fin hay una actualización importante sobre la Starliner, aunque sin duda no se trata de las noticias más favorecedoras para el proyecto de Boeing en colaboración con la NASA. Y esto se suma a una ya larga y preocupante lista de ocasiones, en las que la nave llamada a ser la alternativa a las Crew Dragon de SpaceX ha protagonizado titulares relacionados con diversos tipos de problemas por los que se ha visto afectada.
Tras años de retraso con respecto al calendario previsto inicialmente, la Starliner finalmente inició su primera misión tripulada, con destino a la Estación Espacial Internacional, el pasado 5 de junio. Esto, tras todos los retrasos anteriores, fue una gran noticia, pues finalmente parecía que estaba todo listo para que completara esta última misión de pruebas para, de este modo, obtener la certificación de la agencia espacial estadounidense y, así, poder empezar a trabajar con ella con normalidad.
El vuelo de ida se completó, pero pese a que los tripulantes llegaron sanos y salvos a la Estación Espacial Internacional, se identificaron dos problemas en la nave. El primero, que ya se había dejado ver previamente, era una fuga de sus reservas de helio, a la que se sumaron otras dos durante el vuelo hacia la ISS. Y, posteriormente, cuando la Starliner inició el procedimiento para la aproximación y el amarre en la estación, fallaron varios de sus motores. El reinicio completo de los sistemas hizo que volvieran a estar operativos casi todos, pero uno de ellos permaneció fuera de servicio.
Esto ocasionó, como ya te contamos en su momento, que la Starliner quedara temporalmente varada en la ISS, con sus tripulantes teniendo que afrontar un periodo de estancia en la misma superior a los ocho días previstos inicialmente. Esto no supone un problema, puesto que la estación cuenta con la capacidad necesaria para albergarlos sin problema, y el programa de transporte de suministros, operado por SpaceX, funciona con total normalidad. Y, claro, esto ha permitido que Boeing y la NASA hayan podido dedicar tiempo a analizar en profundidad el estado de la nave.
No obstante, los meses han ido pasando, y si a principios de julio no había novedades al respecto, agosto se inició de igual modo, y con la duda sobre cómo se produciría el retorno de sus tripulantes. Por lo que supimos en ese momento, todavía se valoraba la opción de que retornaran en la Starliner, aunque también se estaba estudiando la posibilidad de que lo hicieran en una futura misión de la Crew Dragon, si bien esto implica ciertas complicaciones logísticas.
Pues bien, finalmente se ha tomado una decisión al respecto y, según informa la NASA, la Starliner regresará a la Tierra sin tripulación, y ésta volverá a nuestro planeta más adelante en la Crew Dragon. Ahora bien, este retorno tardará en producirse, pues previamente es necesario que una misión anterior lleve hasta la ISS los trajes que necesitarán estos tripulantes para hacer el vuelo de vuelta en la nave de SpaceX, ya que los trajes de la Starliner son incompatibles con la Crew Dragon. Así, todo apunta a que no podrán volver a casa, en principio, hasta el mes de febrero.
El vuelo de vuelta de la Starliner servirá para que tanto Boeing como la agencia espacial puedan recopilar mucha más información sobre el estado de la nave, y el efecto en el vuelo de vuelta de los problemas que ha experimentado. Ambas se han mostrado confiadas, desde hace tiempo, en que la nave podrá volver sin problemas, pero han preferido reducir al mínimo los riesgos, en una decisión que podemos considerar la más sensata. Eso sí, tendremos en qué se traduce todo esto en los planes de certificación de la nave de Boeing.
Imágenes: NASA
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