Seguramente, en la imagen de una familia comiendo hace cientos o miles de años hay, al menos, un elemento que se repite. El pan o cualquiera de sus variables se sabía común denominador. De hecho, la evidencia más antigua del consumo de pan data de hace unos 14.000 años, durante el periodo mesolítico, antes de la aparición de la agricultura. Ahora, un estudio internacional ha desvelado cómo el curso de la historia humana se transformó a partir de una simple planta de trigo.
El estudio. El trabajo, publicado por Open Wild Wheat Consortium (OWWC), explica cómo el trigo panificable transformó el mundo antiguo en su camino hacia convertirse en el cultivo icónico que hoy sustenta a una población mundial de ocho mil millones de personas.
“Nuestros hallazgos arrojan nueva luz sobre un evento icónico en nuestra civilización que creó un nuevo tipo de agricultura y permitió a los humanos asentarse y formar sociedades”, cuenta Brande Wulff, investigador y uno de los autores principales del trabajo que aparece en Nature.
El principio de todo. Tal y como explican, el equipo se remontó a una hibridación casual que tuvo lugar en la Media Luna Fértil, cerca del sur del mar Capsiano, hace entre 8.000 y 11.000 años, que según afirman desencadenó una revolución agrícola. El trigo panificable (Triticum aestivum) es un híbrido de tres gramíneas silvestres, formado por tres genomas (A, B y D) dentro de una única planta compleja.
Al parecer, fue una hierba silvestre llamada pasto de cabra de Tausch (Aegilops tauschii), una maleza, la que proporcionó el genoma D cuando se cruzó con el trigo para pasta cultivado primitivo. El equipo cree que su cultivo se dispersó luego por todo el mundo «en unos pocos cientos o tal vez unos pocos miles de años», y los agricultores adoptaron rápidamente el nuevo y dinámico cultivo. De hecho, la nueva especie también dio origen a una nueva era para los panaderos: su alto contenido de gluten crea una masa elástica y aireada para la elaboración del pan.
El misterio del avance geográfico. Era la gran pregunta. El trigo panificable no existe en estado silvestre, es una «creación del hombre», y el evento de hibridación que introdujo el genoma D en los genomas A y B existentes de la planta habría causado «un cuello de botella genético», es decir, a la reducción significativa en la diversidad genética de la nueva especie en comparación con las gramíneas silvestres circundantes.
No solo eso. El trigo es una especie endogámica, que significa que se autopoliniza, lo que sugiere que el trigo panificable podría tener dificultades para prosperar fuera de su entorno original. Por todo ello, la gran pregunta siempre ha estado ahí: ¿cómo demonios llegaron a cultivarse y extenderse tan ampliamente resultando fundamental para la civilización?
Proceso para resolver el enigma. El equipo estudió 493 accesiones únicas que abarcaban todo el rango geográfico de Ae. Tauschii, desde el noroeste de Turquía hasta el este de China. Luego seleccionaron 46 que reflejaban los rasgos y la diversidad genética de la especie para crear un mapa genético muy detallado (llamado Pangenoma) de Ae. tauschii.
Con el Pangenoma resultante, escanearon 80.000 razas autóctonas de trigo panificable (variedades adaptadas localmente) y también recolectadas en todo el mundo, descubriendo que alrededor del 75% del genoma D del trigo panificable se deriva del linaje (L2) de Ae. tauschii que se origina en el sur del Mar Caspio. Además, el 25% restante está compuesto por linajes de otras regiones. Precisamente, es este 25% de afluencia de material genético lo que ha definido el éxito del trigo panificable.
Un linaje distinto. El trabajo no terminó aquí. Al parecer, un estudio anterior del OWWC reveló la existencia de un linaje distinto de Ae. Tauschii (conocido como L3, el gen más conocido para la calidad de la masa) de la actual Georgia, a unos 500 km de la Media Luna Fértil. Usando las accesiones L3 de Ae. Tauschii, pudieron rastrear las hibridaciones del trigo panificable.
“Los datos respaldan perfectamente una imagen en la que el trigo panificable surge en el sur del Caspio, luego con la migración y la expansión agrícola llegó a Georgia, donde el flujo genético y las hibridaciones con las accesiones L3 peculiares, genéticamente distintas y geográficamente restringidas dieron como resultado la afluencia de nuevo material genético”, cuentan en el estudio. “Este es uno de los aspectos novedosos y confirma que, utilizando nuestros nuevos recursos, podemos rastrear la dinámica de estas introgresiones en el trigo panificable”.
El futuro del pan. Por último, además de resolver el misterio biológico del pan, el Pangenoma de código abierto y el germoplasma de Ae. tauschii que el OWWC puso a disposición, ya están siendo utilizados para descubrir nuevos genes de resistencia a enfermedades que protegerán a los cultivos de trigo contra amenazas como la roya del trigo. Incluso los criadores están extrayendo de esta especie de gramínea silvestre genes resistentes al clima que se pueden incorporar a cultivares de trigo de élite.
“Este ha sido un maravilloso esfuerzo de colaboración por parte de la OWWC, una iniciativa internacional que abarca a varios institutos y que ha producido el mejor recurso secuenciado de un pariente silvestre del trigo del mundo”, zanjan.
Imagen | Pexels, Vengolis, Emile Cavalet-Giorsa et al.
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La noticia
El alimento que no falta en una mesa desde hace miles de años transformó la historia. Ahora sabemos cómo
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Miguel Jorge
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